En las clases de 4 años, un día al entrar en clase nos encontramos con una bandeja llena de hielos con 2 de ellos especialmente grandes y que parecían contener algo dentro.
La curiosidad nos invadía y ¡casi ni nos quitamos los abrigos! sólo queríamos descubrir qué había en el hielo. Miramos con lupa y buscamos objetos con los que romper el hielo.Entre todos pensamos cómo podíamos descongelar el hielo y tuvimos varias ideas: darle con martillos, golpearlo con objetos de clase, hacer fuego (con 2 palos, con piedras chocando, con un mechero), llevando el sol a clase... pero como el sol no entraba en clase nosotros salimos al patio con nuestra bandeja de hielos y cantamos para que saliese el sol "Sal solito, caliéntame un poquito, para hoy, para mañana, para toda la semana..."
Dejamos la bandeja fuera y a la hora del recreo fuimos a ver qué había ocurrido.
La mayor parte del hielo se había convertido en agua fría, salieron 2 pingüinos del hielo y varios trozos de plástico. Al ver el plástico reflexionamos sobre el cuidado de los mares pues los plásticos y basuras hacen daño a los animales y no queremos que a los pingüinos que hemos apadrinado les ocurra nada malo.
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