Esta semana hemos
realizado nuestra primera Provocación en 3 años con material
desestructurado y de otoño.
Las profes de 3
años tomamos ideas de varias pedagogías y una de ellas es Reggio Emilia con sus
provocaciones. Ésta es una pedagogía respetuosa con el desarrollo del niño/a.
¿Qué es una provocación?
Como bien dice el
nombre, son actividades y propuestas con la intención de provocar. Quieren
estimular, desafiar, incitar o causar algún efecto en el niño/a.
Muchas de ellas
parten de la colocación de objetos y materiales de tal forma que su
presentación sea estéticamente atractiva y bella (formando mándalas, combinando
colores…). Los materiales deben invitar a participar, a querer tocar, vivirlos,
sentirlos… formando así parte de la pedagogía del asombro (sin asombro, emoción
y diversión no hay aprendizaje posible).
¿Qué tiene que hacer el niño con la provocación?
La parte
positiva de las provocaciones Reggio Emilia, y por lo que tanto nos gustan, es
que no tienen objetivos predefinidos. Es decir, no esperamos que los niños
reaccionen de una determinada manera. Por lo tanto, es una actividad de final
abierto, en la que el resultado no estará bien ni mal. De esta manera, son
especialmente positivas para desarrollar la autoestima de los niños. Además, al
tratarse de una actividad abierta, los niños también potencian su creatividad.
¿Cuál es el papel del adulto?
En estas
actividades el adulto solamente prepara la provocación y se limita a observar
el juego siempre dentro de unos límites de seguridad y convivencia.
Os mostramos algunas imágenes de cómo han disfrutado, ¡seguro que repetimos!
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